La Terapia Conductual Dialéctica (DBT, por sus siglas en inglés), creada y
desarrollada por Marsha Linehan (5 de mayo de 1943), fue desarrollada en sus
inicios para el tratamiento del trastorno de la personalidad de tipo límite y hoy ha
sido adaptada para el tratamiento de la depresión, ansiedad, ira e impulsividad,
toxicomanías y trastornos de la conducta alimentaria y también comportamiento
suicida.
La DBT combina elementos de la teoría conductista, terapia cognitivo-conductual y
prácticas orientales de meditación zen.
La terapia conductual dialéctica combina: Psicoterapia individual con el
entrenamiento de habilidades en formato grupal.

Habilidades de conciencia.

Algunos de sus objetivos son:

Que las personas logren un equilibrio entre los procesos racionales y emotivos.
Que se evite tanto el extremo de la supresión de emociones como el “secuestro emocional”, (experimentar pérdida de la evaluación de la propia conducta debido al alto nivel emotivo).
Las conductas son parte de un ambiente complejo, por lo tanto no deben ser analizadas de manera individual. El aprender una habilidad, implicara aprender otras para poder influir en el ambiente.
La terapia se enfoca a colaborar con el paciente para estar cómodo con el cambio.

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La DBT incluye cuatro módulos de habilidades:

Habilidades de conciencia.

La conciencia plena o mindfulness es uno de los pilares más importantes de este enfoque. Entender y vivir el

“aquí y ahora”.

Habilidades de eficacia interpersonal.

Desarrollar habilidades para relacionarse de manera asertiva, a través del respeto propio y a la integridad de otras personas. El estudio de estas habilidades permitira mejorar la efectividad de las relaciones en un sentido crítico y constructivo.

Habilidades de tolerancia al malestar.

Supervivencia a las crisis, formas de tolerar y no aumentar el sufrimiento. Las técnicas de aceptación implican encontrar sentido al malestar emocional. Uno de los elementos mencionados por Linehan es la aceptación radical, un medio de liberarse del sufrimiento que requiere de la renuncia a la
“lucha contra la realidad”.

Habilidades de regulación emocional.

Desarrollar métodos para identificar y dar nombre a las emociones, reconocer la función de las emociones en el entorno, así como aumentar los acontecimientos emocionalmente positivos a través de una vida saludable y actividades que aumenten la confianza en uno mismo.